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domingo, 19 de diciembre de 2010

Los modos de producción en el tiempo de los Incas

En diciembre de 1988 el doctor Luís Guillermo Lumbreras, renombrado arqueólogo y antropólogo peruano, fue entrevistado por el profesor de filosofía de la Universidad San Agustín, doctor José Lora Cam. (acá un extracto)


EL MODO DE PRODUCCIÓN EN LA ETAPA PRE-COLONIAL
(Aplicación del materialismo histórico al estudio de nuestra historia)


Hay una discusión apasionada que algunos califican de ideológica, otros de dogmática, otros de obsoleta, otros de escolástica, pero que, a fin de cuentas, siempre es importante. Se trata de la tipificación del modo de producción que existía antes de la invasión española al Perú.
Algunos han llegado a retomar textos anteriores al tomo I de El Capital (1865), especialmente a los famosos Grundrisse (1858) y de la propia Contribución a la Crítica de la economía política (1859); textos a partir de los cuales se intentaban formular modos de producción sui generis como el antiguo, el asiático o el andino. Creo que aceptar este tipo de análisis es ingresar al relativismo histórico. Entonces, tendríamos modos de producción continentales, modos de producción por países, modos de acuerdo a la configuración política de cada país, por estados, departamentos, provincias, etc.
Podríamos llegar al caso del sociólogo Claverías quien en una tesis presentada en la U. de San Agustín habla de 40 modos de producción en Puno, superando a su maestro Rodrigo Montoya que en su libro Capitalismo y no capitalismo dice que él recusa al estructuralismo y líneas abajo menciona a Louis Althusser. Evidentemente que esto es un real disparate en la interpretación del marxismo.
Entonces, la pregunta que le hago es un poco para esclarecer. ¿Qué modo de producción imperaba en nuestra sociedad autónoma, independiente y andina, antes de la llegada de Pizarro?
Desde mi punto de vista el problema reside, aparte de la incomprensión de la categoría modo de producción, en la incoherencia entre la concepción teórica que se maneja y la realidad misma. Entre el conjunto de categorías analíticas que se aplican y el conocimiento de los hechos.
Lo importante en el análisis histórico es tratar de entender cómo cambia la sociedad. Cómo se articulan los diversos procesos históricos a lo largo del tiempo y dentro del espacio, y cómo este conjunto de relaciones cruzadas permiten entender y explicar nuestra existencia, la actual. Al mismo tiempo, a partir de esto, predecir cuál es el destino que nos espera. En términos históricos, esto se concreta en encontrar el conjunto de leyes que permiten explicar y predecir la conducta social en su conjunto.
Para poder entender esto se creó en el marxismo la categoría modo de producción, que no es otra cosa que el conjunto de relaciones que se instauran entre los hombres como consecuencia de establecerse, mediante el trabajo, la relación entre el hombre y su medio. Esta se da a través de los instrumentos, que son los que el ser humano crea para la confrontación hombre-medio.
La relación del hombre (sujeto, fuerza productiva central) con el medio (objeto de producción, objeto de trabajo), a través de los instrumentos, genera una dialéctica en la que se establecen los mecanismo llamados relaciones sociales, gracias a los cuales el hombre puede generar producción en este tipo de relación dialéctica.
Consecuentemente, la interrelación de todos los factores (factor trabajo, factor instrumento, que son los centrales en esta articulación) establece un conjunto de relaciones, y la manera cómo se dan estas cosas juntas es lo que se llama modo de producción.
En otras palabras y utilizando terminología clásica, marxista, el modo de producción sería una forma necesaria de correspondencia entre el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y las condiciones dentro de las cuales este nivel de desarrollo se da en una determinada forma de relaciones sociales de producción. Es decir, la relación necesaria entre el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción. Esto es el modo de producción.
Si entendemos bien esto, rápidamente comprenderemos que todo lo demás es producto de estas relaciones, es decir, todo el conjunto de elementos de la superestructura, todo el conjunto de elementos que se dan al margen de esta relación material concreta. En realidad, es parte de esta relación, pero al mismo tiempo, producto de ella. Quien no tiene un pensamiento dialéctico no podrá comprender esto.
Por consiguiente, factores tales como la superestructura ideológica, sea la jurídico-política, la educativa o el diverso tipo de instituciones que se van generando para resolver problemas concretos de la vida social, no vienen a ser más que parte derivada del modo de producción y dependerán de él.
De aquí surge una tesis central del marxismo: todos los aspectos de la conciencia no son más que un producto de las condiciones materiales de la existencia social.
Esto que es el núcleo central del marxismo, está revelando una concepción totalizadora del fenómeno social. Por tanto, un marxista no puede analizar religión sin analizar economía, no puede analizar tecnología sin analizar educación, no puede analizar hechos políticos o sociales, o cuestiones puramente ideológicas o incluso sentimentales, sin analizar las condiciones materiales de existencia que se dan en el nivel del modo de producción. Sea en lo relacionado con las fuerzas productivas o con las concomitantes relaciones de producción.
En los últimos años se han dado un debate en torno a los famosos modos de producción enunciados por Marx en varios de sus trabajos, pero fundamentalmente en Formaciones económicas pre-capitalistas. Estos han sido discutidos totalmente al margen  de qué cosa es de lo que se está hablando cuando se habla de modo de producción.
Y ha ocurrido un fenómeno que es históricamente comprensible: un gran número de positivistas encontraron una puerta abierta para entrar por ella a discutir una categoría marxista, como es la de  modo de producción, desde la perspectiva culturalista, historicista, etc. Y generaron, durante la década del 60 y parte del 70, una gran confusión en la comprensión de un debate que sólo tendría sentido al interior del marxismo mismo. Puesto que la categoría que se está discutiendo, o se la entiende desde el punto de vista marxista o se la desecha y se la cambia por las categorías que usa la sociología burguesa, la historiografía burguesa, dentro de este simulacro de historia que ésta hace. Es decir, usar conceptos como religión, organización social, estratificación, etc., que son menos comprometidos y complejos.
Bien, después de la necesaria reflexión histórica que acaba de hacer ¿podríamos pasar a la precisión del modo de producción en la etapa pre-colonial?
Por supuesto. En el debate sobre la sociedad pre-colonial nuestra, también se ingresó a esta discusión desde una perspectiva no marxista, con mucho éxito para los enemigos del marxismo. La tendencia fue meter dentro del mismo saco llamado “modo de producción asiático”, a todas las formas sociales que no encajaban, dentro del particularismo histórico, en formas susceptibles de ser consideradas como taxiales.
En el caso de la sociedad inca, que es lo que más preocupa a estos caballeros, se decidió considerarla como una forma del “modo de producción asiático”, aunque para muchos esto representó la posibilidad de crear diversos modos de producción, utilizando el concepto modo de producción en forma no marxista.
Entonces, doctor, cuál sería la mejor forma de aclarar la confusión introducida por estos diversionistas.
Desde nuestro punto de vista, en el examen del proceso de los pueblos interesa ver la manera cómo un pueblo resuelve su existencia histórica a través de determinado tipo de configuraciones y determinadas formas de cambio.
En el caso de los andes, en el caso del Perú, encontramos un proceso histórico que comienza con una sociedad sin clases. Cuando esta sociedad llega a adquirir la condición clásica, el núcleo básico de existencia de esta sociedad clasista está determinado por un tipo de relaciones sociales, que es lo que nos interesa encontrar.
¿Qué tipo de relaciones sociales son las que están operando en la sociedad andina pre-colonial?
En tal sociedad aparece una clase social en el poder que tiene un carácter fundamentalmente urbano; clase cuya existencia está determinada, de modo especial, por el acceso al trabajo de la mayor parte si no de la totalidad de la población.
Su propiedad consiste en la capacidad de disponer del trabajo y del tiempo de trabajo de la mayor parte de la población.
Eso, ¿qué significa?
Significa que quienes están en la capacidad de apropiarse del trabajo social, utilizando para eso al Estado como instrumento, lo que están resolviendo en el centro mismo de las relaciones de poder, es un tipo de relación social que se configura alrededor de la propiedad sobre la fuerza de trabajo. Es decir, es la fuerza de trabajo la fuente de riqueza de la sociedad.
La sociedad no se articula sobre la base de la propiedad de la tierra como en la sociedad feudal; tampoco sobre la base de la propiedad de los medios de producción y reproducción industrial como en la sociedad capitalista. En la sociedad andina pre-colonial, la fuente básica en torno a la cual se establecen las relaciones sociales están determinadas por la riqueza de la fuerza de trabajo. A tal punto que un territorio se hace rico o se hace pobre según la calidad y la cantidad de fuerza de trabajo accesible.
La política del Estado pre-colonial es la de desplazar gente cuando falta fuerza de trabajo en un determinado lugar. Esto se da dentro de las condiciones muy concretas de desarrollo de las fuerzas productivas. Este nivel de desarrollo determina, en ese momento, que la fuerza de trabajo sea el factor fundamental de la propiedad porque la tierra misma es susceptible de ser creada a través de la fuerza de trabajo. No existen todavía los límites del desarrollo de la tierra como para poder convertir la tierra en sí misma como una fuente de riqueza y constituirla en la forma central de la propiedad.
Ya están apareciendo, desde luego, formas de propiedad sobre la tierra en lugares donde se ha garantizado que la fuerza de trabajo, en cantidad y calidad, sea lo suficientemente capaz de resolver la reproducción del poder productivo de esta tierra. Esto último, sin embargo, se da dentro de las condiciones de desarrollo de las fuerzas productivas en las que no existe la capacidad de liberar la tierra de la fuerza de trabajo, como sí ocurre en la sociedad feudal y en la sociedad capitalista.
En consecuencia, si en la sociedad andina pre-colonial la fuerza de trabajo es el objeto de la propiedad de un sector de población, y esto es lo que caracteriza al esclavismo tal como fue definido por muchísimos historiadores antes de Marx, entonces, ¿qué estamos discutiendo?, ¿de dónde sacamos otras etapas o modos de producción? No olvidemos que Marx y Engels asumieron como válida la caracterización del esclavismo que acabamos de mencionar, al cual consideraron como primera etapa de la sociedad de clases. Esto, sólo para referirnos a algunos teóricos del “modo de producción asiático”, que lo consideran como una etapa anterior a la sociedad esclavista. O aquellos que hablan de miles de modos de producción diferentes, sin darse cuenta que lo que define a un modo de producción es la determinación del carácter de la propiedad como expresión jurídica de las relaciones sociales de producción.
Pero, ¿qué es lo fundamental: las fuerzas productivas o las relaciones de producción?
Todo va junto. Lo que establece un modo de producción es la correspondencia que existe entre ambas; esa correspondencia se expresa en la propiedad, que es la forma jurídica que adquieren las relaciones sociales de producción.
La propiedad es la forma cómo se establece la ligazón entre las fuerzas productivas en sus conjunto y las relaciones sociales de producción.
Las relaciones sociales de producción derivan de la manera cómo se articula todo el proceso de producción en torno a quien se apodera de los beneficios de tal proceso productivo, y eso es la propiedad. Es la propiedad sobre determinado aspecto de las fuerzas productivas en su conjunto.
Tal como lo prueba el esquema marxista de la historia, en la primera etapa la propiedad se ejerce sobre la fuerza de trabajo, que es lo que se denominó esclavismo. No la esclavitud concreta del Mediterráneo, que es con lo que se confunden muchísimo los teóricos del particularismo histórico. No se refiere a una forma de esclavitud, a una forma de apropiación de la fuerza de trabajo, sino al principio básico.
Al descomponerse la sociedad pre-clasista, la aparición de la sociedad de clase determina una primera forma de propiedad, es decir, una primera forma de articulación entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción en su conjunto. Esa forma es la propiedad sobre la fuerza de trabajo.
Más adelante viene la propiedad sobre los medios de producción y se libera a la fuerza de trabajo de la propiedad. ¿Por qué? Porque el desarrollo de las fuerzas productivas ha llegado a un nivel tal que es posible liberar a la fuerza de trabajo de los medios de producción y consolidar el medio de producción como fuente fundamental de riqueza, como fuente principal de riqueza con cierta autonomía; tal es el caso de la tierra. Por eso aparece la sociedad feudal.
Luego se libera la tierra y se libera la fuerza de trabajo y sólo queda dentro del paquete, gracias al desarrollo de las fuerzas productivas, los instrumentos de producción fundamentales que caracterizan a la industria, además del intenso intercambio mercantil y la existencia de la plusvalía. Es decir, el capitalismo.
Entonces, es claro que en la sociedad andina pre-colonial lo que aparece como característico es la propiedad sobre la fuerza de trabajo. La propiedad sobre la tierra está apareciendo de modo elemental, en relación a grandes extensiones de valles muy ricos y a zonas de pastoreo.
Vamos a precisar un poco, doctor Lumbreras. Nosotros partimos de que la sociedad humana está regida por leyes. Una ley no es sino una relación constante, necesaria, fundamental, principal, entre/en los procesos. Sobre esta base decimos que la sociedad humana ha atravesado por cinco modos de producción principales que, quizá hablando en términos dogmáticos, son: comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo y socialismo.
Un momento, antes que prosiga, en realidad esa propuesta no es dogmática, es así. Ontológicamente es cierto.
Perfecto, doctor. Entonces, si partimos del criterio mencionado, tienen que haber relaciones constantes, esenciales, permanentes en los cinco modos de producción.
Así es.
¿Qué significa esto? Significa que todo es un bloque: modo de producción, fuerzas productivas-relaciones de producción, base-superestructura. Es un bloque.
Sí, en efecto.
Ahora bien, en todo esto hay algo que es lo fundamental, lo sustantivo, y hay algo que es lo secundario. Vale decir que las fuerzas productivas determinan las relaciones de producción. Además Marx dice que lo que diferencia una sociedad de otra son los instrumentos de producción. Al final de cuentas son las fuerzas productivas las que determinan las relaciones de producción. Y al interior de éstas, son las relaciones de propiedad las que determinan las relaciones de explotación.
Bueno, claro.
Me refiero a todo esto que hace tiempo ha quedado establecido y claro porque nuestro país, no hace mucho (1978), organizaciones como “Patria Roja” aún emitían documentos (Sobre el oportunismo pequeñoburgués y la revolución peruana) en los que decían:
1.      Los modos de producción son: comunidad primitiva, esclavismo, feudalismo, capitalismo y comunismo.
2.      No son las fuerzas productivas las que determinan las relaciones de producción sino a la inversa.
3.      Así como la materia crea la conciencia, la conciencia también puede crear la materia.

No pues, eso es una barbaridad.

 Decían también que no son las formas de propiedad las que determinan las formas de explotación, sino que las formas de explotación determinan las formas de propiedad.
O sea todo al revés. Mire usted, la sociedad en lo real y concreto se resuelve de manera concretamente material. Las relaciones entre el hombre y el medio son relaciones materiales que se resuelven mediante el trabajo, a través de condiciones materiales que se llaman instrumentos. Pero esas relaciones entre el hombre y el medio que se resuelven a través del trabajo vía de los instrumentos, son relaciones que se dan socialmente. Consecuentemente, son relaciones sociales las que operan dentro de esto.
Pues bien, el nivel de desarrollo de estas relaciones es lo que llamamos fuerzas productivas. El nivel de desarrollo de las fuerzas productivas son las responsables de las diferentes formas de relaciones sociales que se corresponden. Consecuentemente, en un nivel dado del desarrollo de las fuerzas productivas, necesariamente tienen que aparecer determinadas relaciones sociales de producción. Estas relaciones sociales de producción se expresan en el nivel jurídico de su existencia en relaciones de propiedad. La expresión jurídica de su existencia se va a expresar en una forma determinada de propiedad. No es que la propiedad exista antes que esto, es una consecuencia. Ella existe como parte de la existencia de relaciones de producción determinadas.
Pues bien, cuando se produce la primera sociedad clasista, las relaciones sociales de producción de carácter clasista no aparecen por la voluntad de nadie. Ni aparecen como consecuencia de que aparezca por su cuenta una forma de propiedad determinada, sino que son las relaciones sociales de producción las que aparecen como una forma de propiedad de tipo clasista.
Entonces, si la sociedad en su nivel de desarrollo, como ocurrió en la sociedad andina pre-colonial, establece que la fuente fundamental de riqueza está determinada, primero, por instrumentos que pueden ser hechos por cualquier elemento de la sociedad; segundo, por medio de producción que pueden ser creados, o sea tierras que pueden ser creadas (los andenes son creados, las tierras de riego son creadas por el hombre gracias a los instrumentos de producción que tienen); entonces, la única fuerza productiva libre de esta condición es la fuerza de trabajo que es la que genera toda la riqueza. Las relaciones sociales de producción que se articulan en torno a esta situación establecen que las formas de explotación que aparecen con ella, sean asociadas a la propiedad sobre la fuerza de trabajo.
¿Por qué en este nivel de sociedad se liberó esto y porque no la tierra? ¿Por qué no los instrumentos de producción? Los instrumentos de producción pueden ser generados libremente por todos porque son “primitivos”. Y el objeto de trabajo, la tierra en sí misma, del mismo modo. Gracias al bajo nivel de desarrollo que existe pueden ser creadas también cada vez que sea necesario. Al punto tal que nosotros encontramos un país casi completamente copado por la capacidad productiva que el hombre había impuesto sobre él, pero en donde era posible todavía convertir muchos cerros en lugares de cultivo gracias al sistema de andenes. Y muchos desiertos en territorios de cultivo gracias a los sistemas de riego. Es más, hemos encontrado que eso es efectivamente lo que estaba ocurriendo. Eso es lo que se encuentra cuando llegan los españoles. Por lo tanto, lo importante en este nivel de desarrollo era disponer de la fuerza de trabajo.
Se descompone la sociedad tribal, la sociedad pre-clasista y se articula una sociedad de nuevo tipo que se basa en la apropiación de la fuerza de trabajo. Luego podemos ir a la explicación de porque se produce ese fenómeno en su conjunto que es la tesis famosa de la revolución urbana que permite explicar el tránsito de la sociedad pre-clasista a la sociedad de clases.
Gordon Childe…
Gordon Childe modificado, Gordon Childe menos temeroso, mucho más comprometido con una posición ideológica marxista.
Bien, cuando apuntamos nosotros que a una formación social la tenemos que caracterizar a través del tipo de propiedad que existe dentro de ese modo de producción, lo que estamos haciendo es llegar al aspecto fenoménico del conjunto de relaciones. Lo esencial de este conjunto de relaciones en el modo de producción, es la manera cómo se articulan las fuerzas productivas y el nivel de desarrollo que éstas alcanzan, porque de este ser, de esta esencia de las formas concretas de producción, se van a derivar relaciones de producción. Y estas relaciones de producción se van a expresar en una forma jurídica concreta que son relaciones de explotación, relaciones de igualdad, etc. En este caso serían relaciones de explotación basadas en la propiedad de la fuerza de trabajo y no en otra forma de propiedad.
Nosotros no podemos decir, por ejemplo, que el modo de producción pre-colonial se caracteriza porque no había molinos de viento que es un instrumento de producción. O que esta formación histórica social se caracteriza porque, qué sé yo, no tenían bueyes para el arado; no es eso lo que caracteriza. O sea, no son determinados aspectos del conjunto de las relaciones productivas los que determinan. Es el conjunto de las cosas, es el conjunto de las fuerzas productivas, de su nivel de desarrollo que se expresa en relaciones sociales concretas lo que manda, siguiendo la ley de necesaria correspondencia entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción. O visto de otro modo, la correspondencia entre las fuerzas productivas y la expresión jurídica, sintética, fenoménica final, digamos, de estas relaciones sociales que se expresa en la propiedad.
La propiedad es la expresión jurídica de las relaciones sociales de producción. Las relaciones sociales de producción son la expresión social, la manera cómo un nivel de desarrollo de las fuerzas productivas se expresa en el movimiento social en su conjunto. Estas cosas van juntas, esto es importante de entender, no van separadas. Entonces, cuando uno habla de una forma de concreta de propiedad, a lo que está refiriéndose es a un tipo de relaciones sociales de producción. Y cuando uno habla de un tipo de relaciones sociales de producción, se está refiriendo a lo esencial: el nivel de desarrollo concreto de estas fuerzas productivas, es decir, el factor material de esta relación…
Nosotros encontramos que en la sociedad andina pre-colonial el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas condujo a relaciones sociales de producción de carácter clasista, cuyo modo de producción se puede configurar en torno a la expresión fenoménica de estas relaciones sociales, en torno a su expresión jurídica que es la propiedad sobre la fuerza de trabajo. A eso es lo que se le llama esclavismo.
¿Qué acá tiene su forma particular? Claro que tiene su forma particular. Las sociedades son particulares y los individuos también. La particularidad es lo que se da en cada una de las instancias de todo hecho social. Pero esa particularidad se da dentro de los aspectos generales. Y lo general aquí es la forma de las relaciones sociales de producción derivadas de un nivel de desarrollo concreto de las fuerzas productivas, con su expresión jurídica. Eso es igual aquí, en Mesopotamia, en China, en Mesoamérica y en todas partes. Es una forma de propiedad sobre la fuerza de trabajo. A eso es a lo que se le llamó esclavismo. Y se tomó el nombre de esclavismo porque era la única sociedad conocida con ese carácter en el Viejo Mundo. No es el nombre lo que importa, lo que importa en esta caracterización es el contenido concreto. Y en el contenido concreto estamos en un nivel de desarrollo histórico, desde mi punto de vista, en el cual el centro del modo de producción está asociado a una forma concreta de propiedad que expresa relaciones sociales concretas, y que expresa un nivel de desarrollo productivo concreto, que es válido a nivel universal.
Esto es lo universal del proceso. Dentro de él vienen los aspectos particulares. Por ejemplo, que la forma de explotación y de apropiación de la fuerza de trabajo no es individual en lo general; que el sustento del sistema productivo en su conjunto (una de las cosas que los particularistas históricos atacan con más furia) no está determinado por la posesión directa de esclavos, etc., etc. Pero esto, ¿Qué importancia tiene? No tiene ninguna importancia. Lo que importa es cómo se articula todo el proceso económico sobre la base del manejo de la fuente principal de riqueza, que es la fuerza de trabajo, por parte de los que tienen el poder, de los que tienen el sistema social en sus manos.
Este manejo tiene aquí su manera de ser. En China tiene su manera de ser, en Europa tiene una manera de ser y en la Cochinchina funciona también a su manera, pero dentro de una forma universal que nosotros podemos expresar con carácter de ley.
Esta forma de ley puede expresarse de la siguiente manera:
Una etapa de la sociedad funciona en base a relaciones igualitarias en su conjunto. Estas relaciones igualitarias responden a un nivel concreto de desarrollo de las fuerzas productivas y a relaciones sociales de carácter igualitario. Estas tienen dos fases: una del tipo banda (carácter salvaje), y otra basada esencialmente en relaciones de propiedad territorial, sobre la tierra, con formas donde ya aparece la propiedad privada, propiedad privada de carácter colectivo en el trabajo. Estas son formas de carácter tribal.
Después aparece una forma de sociedad clasista basada en la propiedad sobre la fuerza de trabajo. Luego, la que se basa en la propiedad sobre la tierra. Después, la que se basa en la propiedad sobre los medios de producción. Estos son los tres niveles; de lo que se trata es de descomponer esto.
¿Cuál es la tarea fundamental de la clase obrera? El liberar esta propiedad sobre los instrumentos de producción para colectivizarlos, y sobre la base de esto pasar a un estadio superior en el cual ninguno de los elementos de las fuerzas productivas sea dependiente de formas de explotación que impliquen a la propiedad privada. Que sería el paso que debemos dar hacia el comunismo.
Claro que hay gente que con mucha ligereza inventa nombrecitos como: modo de producción andino, modo de producción inca… Hace poco me han mandado, para que califique, una tesis de la Universidad Central de Colombia, donde se habla con mucha seriedad de un modo d producción Chibcha.
Cuando uno dice que una periodización histórica obedece a los modos de producción, nos estamos refiriendo al conjunto de relaciones que se establecen entre fuerzas productivas, relaciones sociales de producción y el conjunto de otras cosas que derivan de ellas.
Para sintetizar, doctor, podría fundamentar por qué en el mundo andino existió un modo de producción esclavista.
Yo rescato la categoría esclavista solamente para eludir la confusión respecto a la categoría marxista de la primera sociedad de clases. Es más, en general, yo prefiero hablar de sociedad clasista inicial o primera sociedad de clases, para no confundir la categoría esclavismo con la formulación teórica central sobre la naturaleza y carácter de la descomposición de la sociedad primitiva y la organización de la sociedad de clases, enunciada por Marx y Engels a lo largo de todos sus trabajos, incluido “Formaciones económicas pre-capitalistas”.
Y no uso esclavismo porque esclavismo es, efectivamente, una forma a través de la cual se entiende una de las particulares maneras de darse (manera he dicho no modo), el modo de producción clasista inicial.
Si nosotros hubiésemos comenzado a analizar el fenómeno en Mesoamérica, de repente estaríamos hablando del modo de producción pochteca ¿no es cierto? Y hubiera sido igualmente injusto utilizar esa categoría para analizar otras sociedades. Entonces, desde este punto de vista, el hombre en sí mismo es lo que menos importa.
En las pocas oportunidades en que uso modo de producción esclavista, yo rescato ese término que ni siquiera es marxista, solamente para no llevar confusión al uso que se este concepto hicieron Marx, Engels, Lenin y los demás teóricos del marxismo.
Pero en la lectura que hago de estos textos clásicos, en la lectura que hago de la interpretación marxista de la realidad, lo que más me interesa es el carácter de esa etapa, más que los textos clásicos en sí, salvando al respecto que ellos me pueden merecer.
Mi punto de vista está orientado a entender cómo se descompone la sociedad pre-clasista, cómo se articula la sociedad de clases y por qué y cómo se descompondrá esta sociedad de clases. Y para rescatar algo que es fundamental: la noción de universalidad del proceso histórico y la necesidad histórica de llegar al comunismo en todo el mundo, que no es dogma sino, directamente, una constatación científica.
Todas estas etapas, si uno las va liberando de los nombrecitos (esclavismo, feudalismo, etc.), si uno las ve como proceso en su conjunto, va a encontrar que se reproducen a nivel mundial, con sus particularidades pero dentro de estas pautas generales del proceso.
Hace unos minutos usted habló del respeto que le merecían los textos clásicos del marxismo, ¿hay en ellos motivos de peso para la confusión respecto a los modos de producción?
Se ha usado mucho “Formaciones económicas pre-capitalistas” de Marx, como instrumento de combate contra Engels y contra el propio marxismo, sugiriendo que en el marxismo existiría una contradicción flagrante entre un evolucionismo multilineal y un evolucionismo unilineal. Engels sería el sustentador del unilineal en “Origen de la familia, la propiedad privada y el estado”. Marx, con “Formaciones económicas pre-capitalistas”, sería el representante del multilineal.
Esta confrontación entre Marx y Engels en gratuita.  Las obras de Marx y Engels antes mencionadas van juntas, no van separadas. Lo que ocurre es que son distintos tipos de ensayos para explicar un mismo proceso en su conjunto. Así tenemos que en unos casos menciona esclavismo y en otros no, que en unos casos se usa de manera y en otros no. Es como si en determinado momento uno pudiese estar usando “kwakiutl” y en otro momento usando “indios de la Columbia Británica”, o sea, para referirse a lo mismo, categorías distintas o nombres distintos.
¿Qué cosa es lo que expresa en Formaciones…? Se expresa lo mismo que Marx dice en “El Capital” y en varios de sus escritos como el famoso prólogo a la “Contribución a la crítica de la economía política”. Pero también está en los trabajos de Engels: en el “Antidühring”, en uno de los prólogos al “Origen de la familia…”. Está en La Ideología Alemana, etc.
Ahora bien, ¿Qué cosa es lo que sostiene Engels?
Usando el trabajo de Morgan, sostiene que hay una etapa de sociedad pre-clasista que con el tiempo se descompone para dar pase a una sociedad de clases. Y en esta primera forma de sociedad de clases aparece la lucha de clases y la explotación de clase basada en la apropiación de la fuerza de trabajo. Después, ésta es liberada y surge el feudalismo y luego el capitalismo. Afirma que este proceso de progresiva liberación de las fuerzas productivas determinará en su momento la disolución del capitalismo, la descomposición de la sociedad de clases para dar pase a una nueva forma de sociedad, la sociedad comunista.
Y ¿qué cosa es lo que dice Marx en Formaciones…?
Dice que la sociedad clasista inicial aparece de diversas maneras en diversos lugares. Señala que a la sociedad de clases se llega de modo diverso en distintos lugares; sin embargo, el punto de partida (modo de producción pre-clasista) y el punto de llegada (modo de producción clasista) son los mismos.
Está diciendo exactamente lo mismo que Engels, pero tratando de expresarlo históricamente. Marx trata de examinar cómo se articula el proceso histórico para llegar a la sociedad de clases, cómo se forman los diversos tipos de sociedad.
Y así ocurre, porque en Ayacucho la historia es distinta a la de Trujillo, distinta a la que ocurrió en la Amazonía, en Chile, etc. Pero no distinta procesalmente. Son distintas fenoménicamente, no esencialmente. Son distintas en los aspectos externos del proceso, en las singularidades del proceso, no en el proceso mismo.
Marx trató de establecer las formas cómo la sociedad primitiva se descompone y pasa a la sociedad de clases y dice: “hay diversas maneras”.
Engels en ningún momento sostuvo que no hubiera distintas maneras de llegar a la sociedad de clases. Ningún clásico del marxismo ha sostenido eso, por una cuestión simple: estamos hablando de un proceso y de las maneras cómo se ventila este proceso en cada una de las condiciones históricas concretas.
En esto Mao Tse-tung ha sido muy enfático. ¿Qué cosa sostenía Mao?
Decía que los chinos están en un tipo de sociedad que tiene un conjunto de particularidades que son propias, por tanto, es responsabilidad del militante chino entender y estudiar perfectamente cuáles son las condiciones particulares de su existencia, pero dentro de la lucha de clases, dentro de la plena convicción de que estamos en una sociedad cuyo tránsito al socialismo requiere de tales y tales condiciones.
Mao está hablando de una categoría histórica universal: el paso del capitalismo al socialismo dentro de condiciones particulares concretas. Algo similar sostuvo Marx en “Formaciones económicas pre-capitalistas” y tal sostiene Engels en todos sus puntos en el libro “El origen de la familia…”
La cosa está muy clara, entonces. Lo que ocurre es que cuando se lee desde el lado del positivismo, estos textos aparecen como teóricamente inconexos y como que hubiese contradicción entre ellos. Las contradicciones están en la cabeza de quienes los leen, no en quienes enunciaron esas tesis. Esto es muy importante porque nosotros nos encontramos que a lo largo de todos los textos se está hablando del modo de producción asiático, se está hablando de esclavismo, pero en realidad se está hablando de lo mismo. Esto debe crear una confusión terrible de cabeza de gente como Roger Bartra.
Y en cuanto al multievolucionismo y unievolucionismo de que tanto se habla, ¿qué nos puede decir?
Bueno, el marxismo nunca ha sido evolucionista, el marxismo no acepta el evolucionismo; acepta la evolución, que es una cosa muy distinta. Yo creo que no hay posición más antievolucionista que el marxismo. El marxismo acepta y asume la evolución, acepta y asume la difusión. Son elementos de la realidad concreta a los que no se les puede negar, pero nosotros no tomamos a la evolución como punto de partida, sino al conjunto de negaciones y contradicciones que se dan a lo largo del hacer humano, y que permiten entender el paso de una formación social a otra.
No es que nosotros estemos hablando de que la sociedad cambia por mayor o menor complejidad simplemente, sino que al lado de tal complejidad se van articulando todo un conjunto de formas de coexistencia, de relaciones que van negándose unas de otras, hasta resolverse como solución dialéctica en una formación que llamamos socialista.
¿Y qué opinión le merecen los trabajos de Roger Bartra (México) y Maurice Godelier (Francia)?
Lo dicho anteriormente es buen punto de partida para el examen de las posiciones de Godelier, Bartra, Chesnaux, Sofri, etc.; aunque Sofri tiene algunas cosas muy interesantes. En realidad, durante los años 60 y 70 se generó una literatura impresionante sobre el asunto del modo de producción “asiático”. Algunos pensaron que con esto contribuían a la destrucción del marxismo.
Una de las razones por lo que esto se discutió fervorosamente en todas partes fue porque a raíz del gran debate dentro del Movimiento Comunista Internacional, protagonizado por China y la Unión Soviética en la década del 60, se pensó que el marxismo había llegado a un nivel de muy fuerte debilitamiento y, consecuentemente, podía dársele desde fuera el puntillazo final, combatiendo y destruyendo uno de sus elementos doctrinarios centrales: el problema de la necesidad del proceso universal de la historia. Tal postula, con mucha lucidez, el señor Kon, que es un autor hipercrítico sumamente especial y muy lúcido. ¿No sé si usted conoce el trabajo de I. Kon?
Sí: El idealismo filosófico y la crisis en el pensamiento histórico.
Exactamente. Godelier está inmerso dentro de este proceso. Yo sostengo que él es el creador de una teoría de la aparición del Estado que le llamo la teoría Shaka.
¿Shaka Zulú, doctor?
Sí. Usted sabe que Shaka fue uno de los grandes líderes sudafricanos, un Pachacuti de los Bantú. Él fue uno de los creadores del nacionalismo, si se quiere, negroafricano. Fue un guerrero notable que puso en serios aprietos a la administración británica. Fue un jefe tribal zulú que llegó a organizar un verdadero imperio Bantú.
¿Siglo XVIII?
No, siglo XIX. Lo que ocurre con Shaka es que ha sido satanizado por la historiografía occidental, especialmente. Curiosamente, lo ponen como un gran héroe militar, como que gracias a su gran habilidad militar y a su poder personal logra inventar el Estado, puesto que entre los Bantú no existía Estado ni clases sociales. Sin embargo, de pronto, el señor Shaka creó el Estado, más o menos como Palas Atenea que salió de la cabeza de su padre Zeus. Apareció Shaka y surgió el Estado, como consecuencia de la voluntad y poderío militar de Shaka. Esto es lo que sostiene Godelier.
¿En qué casos concretos?
 En el caso de México, Godelier sostiene sin ninguna vergüenza que el Estado azteca se formó sobre la base de recolectores y cazadores, esto es, a partir de los chichimecas, torpes en cultura, que formaban una sociedad pre-clasista total. Estos, gracias a su fuerza militar y poderío cuantitativo, invadieron el Anahuac y construyeron el Estado azteca de la nada. Según Godelier, dice que en menos de 100 años lograron formar un imperio con un Estado muy poderoso.
Desde luego que este razonamiento lo extiende a nuestro Pachacuti, que vendría a ser, más o menos, nuestro Shaka Zulú. Para este señor, Pachacuti llegó y formó el Estado inca. Antes de eso sólo había tribus ignorantes. En realidad, lo único que Godelier demuestra es su total ignorancia sobre los procesos históricos mesoamericano, andino y Bantú.
La historia Bantú es riquísima. Desde el siglo IV ó V antes de nuestra era, ya existían formas organizadas, había desarrollos estatales poderosos a comienzos de nuestra era y la sociedad Bantú estaba fuertemente clasificada.
Pero de criterios estructuralistas y positivistas no se podía esperar otra cosa.
Claro. Muchos historiadores están cayendo en un análisis de tipo estructural, sincronista. Además de esto, existe el problema teórico. Se ha tomado la categoría modo de producción como categoría estructural. Grave error, es una categoría dialéctica. Por eso yo reclamo permanentemente la condición marxista de esta categoría. Es una categoría que sólo se puede entender dialécticamente.
Dialécticamente en sus estructura. Esto indica que es necesario entenderla como el conjunto de relaciones que se dan entre el desarrollo de las fuerzas productivas y sus correspondientes relaciones sociales de producción, con la forma jurídica que expresa estas relaciones, o sea, con la forma de propiedad que surge de este tipo de relación global, como categoría.
 Ahora bien, si somos coherentes con la posición marxista, debemos saber que no existen estructuras permanentes, entonces, todo modo de producción contiene en sí mismo todos sus antecedentes y sus consecuentes. Todo lo que es, a su vez no es. Contiene sus elementos de contradicción, sus elementos de disolución y sus elementos de base. Todo lo nuevo contiene lo viejo. Todo lo nuevo  contiene, además, sus elementos de disolución.
Esto es un principio marxista general y está contenido en el modo de producción. En consecuencia, en el modo de producción existirá un conjunto de elementos característicos de las formaciones previas y un conjunto de elementos que serán la negación de la formación social, en camino hacia una nueva formación social. Este es un criterio esencial del marxismo.
Entonces, uno no puede estar analizando los modos de producción como analizan los positivistas, como una etapa histórica que comienza el día tal y termina el día tal. Bueno, la cosa no es tan sencilla. Esto es un proceso concatenado cuyo comienzo y cuyo final está determinado por el conjunto de procesos que se dan al interior del modo de producción, y que determinan su aparición y disolución como formas dialécticas continuas y de ningún modo cerradas.
¿Y cómo se manifiesta esta dialéctica en la sociedad inca?
El modo de producción en la sociedad de los incas tuvo sus elementos de disolución, a la vez que contenía en sí mismo los elementos previos a su existencia.
Entonces, hubo dentro de ella elementos propios de la comunidad primitiva y, también, elementos de disolución. Estos son los que determinarán una forma de propiedad distinta, es decir, relaciones de producción distintas y niveles de desarrollo de las fuerzas productivas distintas.
En efecto, en la sociedad inca comienza a existir una forma de propiedad privada basada en la tierra, basada precisamente en el enriquecimiento del medio de producción. Ya existe el latifundio en la sociedad inca; existen ya formas de propiedad privada sobre el ganado.
Garci Diez de San Miguel dice que en el Altiplano hay indios ricos con cientos de cabezas de ganado. Ya existen formas de terrateniente latifundaria. Huayna Cápac era dueño de gran parte del valle de Yucay, su familia era dueña del valle de Cochabamba. En Jauja los incas casaron con una señora que era dueña de gran parte del valle del Mantaro. En la región del norte, en documentos de reclamos de los siglos XVI y XVII encontramos formas evidentes de propiedad privada. Además, las formas de carácter monetarista se estaban comenzando a desarrollar dentro del sistema económico andino.
Todo este tipo de cosas que están dentro del modo de producción nos permiten visualizar el sentido del proceso histórico. Gracias a esto nosotros podemos saber con cierta facilidad que el siguiente paso de esta sociedad iba hacia una formación similar a la feudal europea, a la feudal china.
Similar en lo histórico concreto y en lo universal, dentro del mismo tipo de leyes. El nivel de desarrollo de las fuerzas productivas estaba conduciendo a una formación social en donde las relaciones sociales de producción se basarían (entre otras cosas) en la articulación de la sociedad a partir de la posibilidad de liberar los medios de producción de la fuerza de trabajo. Esto es lo que exactamente estaba ocurriendo cuando llegaron los españoles.
Pero al mismo tiempo encontramos un conjunto de elementos propios de las formaciones precedentes, que no hablan de colectivismo agrario de tipo primitivo, que son parte de la existencia del modo de producción.
¿El ayllu?
El ayllu que estaba ya totalmente deformado. Ya no es una sociedad de carácter gentilicio clásico, ya no es una forma de tipo igualitario. Eso ya no existía.
Existía, en cambio, el colectivismo agrario como forma residual, como forma propia del modo de producción, pero que era el elemento de lo viejo que estaba dentro de lo nuevo. Si lo entendemos dialécticamente esto es perfectamente comprensible y coherente.
Estas cosas no las toman en cuenta no el señor Godelier, ni el señor Bartra, ni ninguno que haga estudio ahistórico de la formaciones sociales. Estos entienden el modo de producción algo así como vamos a estudiar a Juan Pérez independientemente de su familia, de su entorno social y de sus posibilidades de desarrollo.

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